6 de junio de 2009

El mar peruano, única reserva pesquera del mundo para la alimentación humana. Evitemos riesgos

La pesca artesanal única alternativa pesquera no depredadora y alimenticia para el Perú

Por: Víctor Raúl Bernuy Neira (*)
victorralb1@hotmail.com

El Banco Mundial informaba en agosto del año pasado de una “inminente crisis mundial de los recursos pesqueros”. El informe publicado por el Banco Mundial en Nigeria, titulado Turning the Tide (Cambio de marea), señala que la sobreexplotación de los peces implica mucho más que una simple pérdida ecológica. Y para evitarlo ha creado un nuevo programa mundial, PROFISH (PROPESCA), el cual aspira a propiciar estrategias y políticas pesqueras eficaces en el ámbito de los países, las regiones y el mundo.

Warren Evans, director del Departamento del Medio Ambiente del Banco, declaraba así, “hoy estamos al borde de una crisis. Los estudios publicados durante el último año indican que la pesca marítima sufre en la actualidad de una fuerte sobreexplotación. Por otra parte, los arrecifes de coral reportan daños en todo el mundo y a menos que hagamos algo respecto de este dilema ecológico, no tendremos posibilidades de contar con una pesca sostenible ni para los países pobres ni para los ricos”.

Lo referido explica, entonces, la enorme presión fuera y dentro del país hecha por los grupos de poder y políticos desconocedores la problemática pesquera, cuyos intereses estarían ligados a industriales pesqueros del exterior, para que el Perú “suscriba como sea la Convención del Mar”. La pesquería industrial es la actividad más depredadora en nuestro medio. El mar peruano resultaría una de las pocas reservas pesqueras naturales en el mundo en riesgo de ser colapsada.

Evans afirmaba que “existe la necesidad evidente de aplicar un enfoque como el de PROFISH, ya que en general, los actuales mecanismos destinados a proteger la pesca no han funcionado. Además, agregaba que “en muchos países simplemente no existen tales mecanismos. La gestión de la actividad pesquera se ve entorpecida por la mala gestión pública, la falta de reglamentos, de fiscalización, y control”.

Si bien es cierto que los funcionarios del Banco Mundial han planteado estrategias que se condensan en su programa alternativo para poder evitar la agudización de la crisis, no deja de ser cierto que el controlar la sobreexplotación de los recursos pesqueros por los gobiernos y Estados, y aún para los más poderosos, es difícil y complicado.

En el Perú corroboramos que constantemente son vulneradas las deficientes normas existentes por las embarcaciones industriales, que extraen la anchoveta, la sardina y otras especies, incluso hasta llegar a capturar las especies juveniles, y por ello impidiendo el ciclo reproductivo de las especies marinas y poniendo en riesgo de colapsarlas al pescar ilegalmente dentro de las 5 millas marinas que esta reservada para la pesca artesanal.

Hasta hoy el Estado peruano y los gobiernos de turno han sido ineficaces en el control de la flota industrial. Las constantes evasiones de las leyes y normas hace casi imposible que el Estado controle la sobreexplotación. Las pesqueras muchas veces prefieren pagar las multas antes que cumplir las normas que protegen el recurso marino. Más aún si por estas épocas la demanda de harina de pescado, cuya materia prima básica es la anchoveta, aumentó en el mercado internacional.

Ante todo aquello, la firma de la Convención del Mar sería la forma legal de formalizar y permitir abiertamente la pesca de las embarcaciones industriales extranjeras en el mar peruano. La misma que también la incumplirían en cuanto a la protección de los recursos marinos, al igual que otras tantas normas dadas en el mundo. Peor aún con este tipo de Estado que tenemos, el cual hasta hoy no ha sido reestructurado para ser más eficiente en el cumplimiento de las normas protectoras de los recursos pesqueros.

Habría solamente dos formas adicionales de evitar que los recursos pesqueros colapsen en el mundo por la sobreexplotación depredadora de las embarcaciones industriales. Una la forma natural, promover la pesca Artesanal o de pequeña escala; y otra artificial, promoviendo la creación de fondos destinados a la descontaminación y repoblamiento de los mares.

Una forma natural de control de los recursos pesqueros es la pesca artesanal, actividad que hoy en día es la única y mayor fuente generadora de trabajo directo e indirecto de la actividad pesquera nacional, y la que genera el mayor movimiento económico en todo el litoral peruano, a diferencia de la pesca industrial. Por el menor tonelaje de las embarcaciones artesanales y por el tipo de aparejos de pesca que emplea, la convierte en actividad que no sobreexplota ni depreda los recursos pesqueros. Los artesanales mayormente extraen especies para el consumo humano directo y no aquellas especies con las que se inicia la cadena alimenticia de los peces como son la anchoveta y la sardina, y que la pesca industrial sí tiende a depredar.

La alternativa artificial sería la creación de nuevas leyes internacionales y nacionales que impliquen la creación de fondos para descontaminación y el repoblamiento de las especies marina por parte de los Estados y los grandes capitalistas que están llevando al colapso los recursos pesqueros en el mundo. La solución no solo pasa por la implementación de nuevas leyes controlistas o la aplicación de las ya existentes a las embarcaciones industriales. En tal caso son los propios funcionarios del Banco Mundial los que confirman que son los pesqueros industriales los que las incumplen y las vulneran, y los cuales son responsables directos de la crisis de los recursos marinos por sobreexplotación que ejercen sobre ellos.

Por otro lado, “El Diario Perú 21 daba cuenta a finales de enero de la resolución emitida por el Comité de Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que enfáticamente se pide a nuestro país que destine un mayor presupuesto para erradicar la desnutrición infantil. Señala,... los fondos de gasto público que se destina para frenar esta mal se han reducido en los últimos años, pese a que el 25% de los menores de 5 años sufre de malnutrición”.

La pesca artesanal estaría en condiciones de solucionar sin depredar el recurso y a poco costo, la alimentación popular, la inseguridad alimentaría del país, y la desnutrición de nuestra niñez. Y de generar, por su la alta absorción de mano de obra, mayor empleo. La pesca artesanal o de menor escala es lo que precisamente recomienda el proyecto PROFISH del Banco Mundial. Además por ser la pesca artesanal por excelencia ecológica, en vista de que no es contaminante del medio ambiente a diferencia de la pesca industrial.

Por todo ello urge que los Estados se esfuercen por incrementar los presupuestos de inversión en la pesca artesanal como también den normas y leyes que faciliten el desarrollo eficiente de dicha actividad con la finalidad de elevar los niveles alimenticios de nuestra nación y nuestra niñez y así evitar también el colapso del recurso pesquero, que se estaría garantizado para las generaciones futuras. Como también impulsar a nivel internacional una convención para la descontaminación y repoblamiento de los mares del mundo en donde han sido colapsados los recursos pesqueros.

Callao - Perú, 27 de febrero del 2006

(*) Asesor de ANEPAP

Febrero, 2006!!

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